¿Sientes inseguridad? ¿O no es más que incertidumbre?

¿Sientes inseguridad? ¿O no es más que incertidumbre?

Mucha gente se siente disminuida y acude a l@s psicólog@s porque confunde inseguridad con incertidumbre. Cuando acude a mi consulta un@ cliente así, lo primero que hago es ayudarl@ a diferenciar estos conceptos. Les muestro cómo la inseguridad es una autopercepción de incapacidad, y esta percepción es lo que le genera sensación de miedo. A su vez, ese miedo paraliza la acción o la toma de decisiones o la empequeñece.

Mientras, la incertidumbre es simplemente no conocer algo, presente, pasado o futuro. Tiene que ver con el exterior, no con uno mismo como la inseguridad. Por tanto, hay que reducirla buscando información en el entorno. Por sí misma, la incertidumbre no genera miedo; más bien genera sensación de riesgo, de reto.

La cadena de la inseguridad

Para poder transitar desde el paradigma de la inseguridad al paradigma de la incertidumbre, primero establezcamos una posible cadena de la inseguridad, que podría ser la siguiente:

  1. Te encuentras ante una situación que me incomoda, por cualquier motivo, entre ellos el prever la posibilidad de entrar en conflicto con alguien o de cometer un error.
  2. Te vienen pensamientos ansiógenos. P.e. “voy a decir o hacer algo inadecuado y, con ello, perderé autoridad”; se va a evidenciar un error cometido; mi decisión/acción va a tener un efecto contrario al deseado, o va a ser desagradable para otros.
  3. Se te despierta el miedo
  4. No te atreves a actuar o a decidir
  5. No haces las cosas o eliges un hacer evitativo
  6. Te autojustificas
  7. Al no actuar, no has puesto en práctica tus capacidades
  8. Al no ejercitar tus capacidades, sientes que no las tienes.
  9. La sensación de incapacidad te provoca inseguridad. Esta inseguridad será nuevo alimento para el miedo la siguiente vez que te encuentres ante una situación que te incomoda.

Actuar desde el miedo vs. actuar desde el reto

Actuar desde el miedo es muy distinto a actuar desde el reto. Desde el miedo, el actuar es escaso, pacato, menos arriesgado, se realiza con menor aplomo y la planificación, cuando la hay, es más pobre.

Además, si el miedo supera ciertos niveles, agarrota a la persona, paraliza, detiene la acción. Y, en general, cuesta encontrar la motivación, pues esta se esconde bajos las capas del miedo.

Mientras, el actuar desde el reto tiene un efecto trampolín: te sientes más motivado, más poderos@ o empoderad@, más creativ@ y más proclive a una eficiente planificación y puesta en marcha. Esa motivación, al no paralizarte, no te desgasta ni deja lugar para la angustia.

Transitando desde el paradigma de la inseguridad al paradigma de la incertidumbre

Como vemos, resulta clave pasar de movilizarte desde el miedo a hacerlo desde el reto. ¿Cómo puedes realizar ese tránsito? Aquí tienes unos pasos.

  1. Conviene cuantificar la situación actual, para suavizar el nivel de miedo y reducir la incertidumbre.
  2. Definir objetivos concretos cuyo resultado final te ilusione. A veces, desde el miedo, se te olvida definir los objetivos, o los estableces a un nivel abstracto y difuso. Así expresados, no los puedes mirar bien a la cara, sientes miedo. Por eso, si quieres actuar desde el reto, hay que concretar los objetivos.
  3. Plantear alternativas posibles, sin ponerse cortapisas por disparatadas que te parezcan. Ya las analizarás luego desde los varios puntos de vista y podrás ir descartando las no factibles o de bajo impacto o alto coste.
  4. Energizarse con la fuerza emocional necesaria. ¿Y esto cómo se hace? Te dejo unas sencillas tips. Respecto de la inseguridad, actuar “como si” tuvieras seguridad. Respecto del pesimismo, decirte: “voy a probar esto, seguramente saldrá bien y, si no, probaré otra cosa”. Respecto de la aversión al riesgo, decirte “el que no arriesga no gana” y contemplar la acción como una oportunidad.
  5. No te olvides de no juzgarte por el camino ni después, si algo sale como no te gusta.

¡A POR EL RETO!

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