Maite Inglés y García de la Calera Coach y Psicólogo
“Llega a donde quieras desde la fuerza de tu interior”
FORMACIÓN BÁSICA
Maite Inglés es Psicólogo. Economista. MBA por IE Business School. DEA doctoral en gestión emocional, Psicología Positiva y Resiliencia.
Especialista en Oratoria, Comunicación e Imagen Pública. Titulada en EMDR y Postgrado Experto en Hipnosis Clínica (ver formacion y habilitaciones).
ÁREAS PROFESIONALES
COACHING
Es Coach Profesional desde 2006. Se dedica a coaching ejecutivo, de equipos y de negocios; y coaching personal. Está acreditada Professional Certified Coach PCC por la International Coach Federation.
ENTRENAMIENTO EN SOFT SKILLS
Entrena en soft skills (liderazgo, comunicación, hablar en público, gestión del tiempo,…). Para ello, se apalanca simultáneamente en su propio bagaje previo como directiva en multinacionales, y en la formación ejecutiva recibida al respecto, tanto durante ese periodo como ahora desde la Psicología.
PSICOLOGÍA
Ejerce la Psicología y el coaching psicológico, desde su Centro de Psicología Sanitaria de la Comunidad de Madrid (CS1158).
En este ámbito, aúna la potencia de las herramientas de ambas disciplinas. Aplica modelos puramente psicológicos junto con enfoques novedosos, terapias de tercera generación y formación homologada en EMDR e Hipnosis clínica.
Las problemáticas más frecuentes de sus clientes se relacionan con ansiedad y estrés, inseguridad, relaciones personales y familiares, gestión de pensamientos negativos, optimismo, duelo y trauma, etc (ver las temáticas cubiertas).
MEDIACIÓN
Su actividad de Mediadora (inscrita en el Registro de Mediadores del Ministerio de Justicia con el número 53014) civil, organizacional y familar, es un movimiento natural desde la Psicología y el coaching.
EN PRIVADO…
Economista por sugerencia familiar. Ingeniero por cableado cerebral. Psicólogo para ser Coach. Coach con arrebato, para lograr vidas más prósperas en lo material, y más plenas y felices. Mediadora para acabar con los sinsabores de los conflictos. Actriz por embeleso. Escritora por amar las palabras. Lectora por necesidad.
A una edad adolescente en que los talentos e inclinaciones innatas yacen dormidos bajo capas de educación escolar, recalé en la economía. Con oficio, pero sin vocación, me desempeñé en la dirección financiera y de organización de multinacionales durante quince años de vivir en Londres, México, Italia, Holanda, Suiza o Estados Unidos.
Numerosos viajes y experiencias impagables me abrieron la mente a la belleza del mundo, a la diversidad, al cambio y a los puntos de vista diferentes.
LOS INTERESES INNATOS AFLORAN
El nutriente y cuidado training que proveían las compañías a las que tuve el gusto de pertenecer, orientaron mi esfuerzo intelectual y mis experimentos hacia mis vocaciones y talentos dormidos. La gestión saludable y motivadora de personas, los entresijos de las relciones interpersonales, los milagros del trabajo en equipo, y el liderazgo, me atrajeron inmediatamente. A acrecentar mi bagaje en estos ámbitos me afané con casi mayor dedicación que a los números.
En la última etapa como financiera, mi despacho se convirtió en el consultorio informal donde colegas, ingenieros en su mayor parte, descargaban sus cuitas. Yo les ayudaba instintivamente en lo que podía, sintiendo no disponer de más herramientas.
CALENTANDO MOTORES
En 2000 inicié el viraje. Un camino de autodescubrimiento que comenzó con un par de postgrados largos: uno en Comunicación, Oratoria e Imagen Pública, porque siempre había querido hablar en público. En paralelo, otro en Dirección Estratégica de Redes de Telecomunicación, que me solazó intensamente y desperezó mis neuronas ingenieriles, aunque sin despertar curiosidades apremiantes en las que perseverar.
Pasé a entrenar directivos y ejecutivos en liderazgo, Team Building, Hablar en público o Gestión del tiempo. De nuevo, con gran disfrute. De nuevo, sintiendo que me faltaba el conocimiento profundo de por qué el ser humano hace lo que hace, y cómo ayudarle con amplitud más allá de proveerles de estrategias, tips o propuestas de cambio de hábitos.
APARECE EL COACHING
En 2003 descubrí el coaching y caí en la cuenta de que ¡lo que yo había estado haciendo durante los últimos años de manera rudimentaria existía como profesión!
Había que prepararse bien. Licenciatura en Psicología clínica lo primero. Eso estaba claro, pues no se debe hurgar en los recovecos de la mente humana sin un conocimiento vasto de Psicobiología o de los procesos mentales y emocionales. Y eso solo lo da la Psicología.
«¿Licenciatura?», dudaban quienes me apresuraban a certificarme en coaching directamente. Yo recordaba la máxima de mi abuela materna: «La paciencia es la madre de la ciencia». El dominio de una materia requiere pacientes tiempo, dedicación, práctica. Certificarse en coaching sin más habría dado un mero barniz desde el que resulta improbable proveer a los clientes un servicio que valga la pena.
A TODA MARCHA
Desde 2006, fueron llegando certificaciones en coaching, y en tantas otras herramientas.
Practicando coaching me encontré con problemáticas más del terreno terapéutico. En todos mis procesos se mezclan ambos. La separación que hago en esta web entre Psicología y Coaching es más formal que real: el ser humano es uno y trae material a tratar por ambos enfoques.
Una cosa llama a las similares: la mediación llegó como extensión natural de las competencias de coaching y psicología.
Adentrarme en mediación respondía a la inquietud por resolver los conflictos humanos de una manera más pacífica que la habitual de cara de perro, e indudablemente menos costosa económicamente y menos desagradable que un juzgado.
Estoy contenta con todos los paso de mi trayectoria, pues soy de la opinión de que todas las experiencias, si las integramos con lo que aflora desde dentro de nosotros mismos, nos ayudan a convertirnos en lo que, de niños, queríamos ser; todos los caminos llevan a Roma. Mi Roma es donde estoy, desde hace otros quince años. Brindo por quince más.
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