La mediación en conflictos -personales u organizacionales– es, para mí, un movimiento natural desde la Psicología y el coaching.
Porque, tanto en las intervenciones de familia o equipos, como en las individuales, rara es la ocasión en que los clientes no traen conflictos que les molestan, cuando no les estresan y les afectan intensamente.
Con las partes alrededor de la mesa, o solo con una de ellas más la presencia invisible pero densa de la otra, cada día trabajo con mis clientes para que, modificando su punto de vista y aumentando con ello su empatía hacia el prójimo, dejen de ver a la otra parte como un desalmado egoista, y le perciban como un ser más con sus necesidades y sus maneras erróneas de hacer las cosas… como ellos mismos.
BREVE RESEÑA SOBRE MEDIACIÓN
La mediación, o intervención de una figura neutral en una disputa, existe desde que el mundo es mundo. Sin embargo, como solución institucionalizada alternativa a la judicial nació en Estados Unidos en los años 30 del siglo XX.
Casi 100 años ya. De ahí se difundió a países de Latinoamérica y llegó a Europa mucho más tarde (la Directiva Europea es de 2008 (2008/52/CE). España la incorporó a su legislación en 2012 (Ley 5/2012).
Casi una década en la que no se ha visto un auténtico impulso institucional o profesional para que la ciudadanía conozca la mediación y comience a utilizarla antes de ir por la costosa y desgastante vía judicial. La gente sigue sin saber qué es la mediación. Y se sigue peleando a rabiar en los juzgados con exparejas, hermanos o vecinos. Una pena.
Podemos definir la mediación como un método alternativo de resolución de conflictos en el que un tercero, neutral y a favor de los intereses de todos, facilita el camino de modo que todas las partes implicadas alcancen acuerdos satisfactorios, tanto materiales (normalmente económicas, de reparto de responsabilidades o de disfrute) como inmateriales (tranquilidad de espíritu y emociones sosogadas).
Las competencias fundamentales que se precisan para ejercer un coaching psicológico eficaz, resultan ser la clave en mediación, y eso convierte a coaches experimentados en candidatos perfectos para una mediación satisfactoria. Nombraremos algunas de estas cualidades: comunicación y escucha empática, ecuanimidad, no directividad en el manejo de alternativas, profundo respeto por las cualidades y necesidades de los clientes, espíritu conciliador de ponerse en el lugar del otro, o la filosofía ganar-ganar.
¿CUÁNDO RECURRIR A MEDIACIÓN EN CONFLICTOS PERSONALES?
Cuando la ira y la rabia to te dejen dormir. Cuando el desgaste sea tan grande que te debilite. Cuando no puedas pensar en otra cosa y no veas salida ni fin al malestar. Cuando comienzas a odiar a tu hermano, al vecino, a tu ex.
Ante un conflicto del que somos parte, rara vez podemos conservar la ecuanimidad o la serenidad. Enseguida saltamos, nos inundan las emociones, nos atrincheramos en nuestras posiciones,… Nos sentimos incapaces de conseguir que la persona o grupo con quien estamos en conflicto comprenda y acepte nuestras peticiones, por muy razonables que las consideremos nosotros, y por muy sólidos que consideremos los argumentos que esgrimimos.
Los casos más frecuentes de conflictos difíciles de sobrellevar y de resolver son:
- Entre exparejas.
- Familiares:
- Pareja que quiere continuar siéndolo.
- Familia al completo, por disfuncionalidades en el comportamamiento de alguno de los hijos, o de la relación en su conjunto.
- Entre hermanos, primos, etc, a causa de herencias.
- Entre vecinos, por cuestión de lindes, uso de espacios o dificultades en la convivencia (p.e. ruidos).
- Entre la comunidad de propietarios y algún vecino.
- Con comercios.
- Con compañías de seguros, médicos u hospitales.
- En el ámbito escolar
Para resolver tu caso, ponte en contacto en info@maiteingles.com
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